Tu carro clásico no es cualquier cacharro. ¿De verdad lo vas a enviar como si lo fuera?
Esa joya que tú tienes guardá en la marquesina, la que le sacas el cover los domingos solo pa’ admirarla… eso no es un simple carro. Es la herencia de tu viejo. Es el proyecto de años que te costó sudor, billetes y puede que hasta un par de peleas. Es esa inversión que cuidas…